Komento
Por ejemplo, en Inglaterra desayunan alubias cocidas y salchichas. Y en Estados Unidos se fríen huevos y bacon por la mañana. En cambio, el desayuno italiano más común consiste en un pequeño pastel o incluso una fina rebanada de pastel tomada con una pequeña taza de capuchino.
El desayuno en Italia -o colazione, como lo llaman en italiano- no está diseñado para alimentar al consumidor. Su objetivo es más bien iniciar la digestión del día y dar un rápido impulso de energía.
Como muchas otras cosas en Italia, el desayuno aquí, a primera vista, puede parecer que no tiene mucho sentido. Sin embargo, cuando se sabe cómo funciona y por qué está estructurado así, todo resulta muy claro y lógico.
Puede que estés planeando un viaje a Italia, que te trasladen allí por tu trabajo o que simplemente quieras saber cómo se hacen los desayunos en Italia. No tema. Aquí tienes diez reglas a seguir para que tu introducción al típico desayuno italiano sea suave, fácil y, sobre todo, deliciosa.
Bebidas italianas para el desayuno
El verdadero desayuno italiano es difícil de definir estrictamente. Como todo en la cocina italiana, tiene diferentes matices que varían con los hábitos y costumbres de la región. En Sicilia, por ejemplo, en la zona de Catania, la gente come tradicionalmente una pasta blanda con granizado (a medio camino entre el granizado y el helado). Sin embargo, el desayuno en Italia no es tan variado como la cocina tradicional. De hecho, en toda la península italiana se desayuna casi exclusivamente con dulces.
La gran mayoría de los italianos no dedica mucho tiempo a su primera comida durante los días laborables, en promedio 13 minutos son suficientes para comer. Una encuesta de 2019 afirma que el 84% de la población prefiere comer en casa, pero no necesariamente juntos: de hecho, uno de cada dos italianos afirma comer solo, el 36% con la pareja y el 22% con sus hijos. Para ser un pueblo cuyo pilar social es comer juntos, el desayuno no es aparentemente un gran problema para los italianos, pero ¿qué les gusta comer por la mañana?
A diferencia de los hábitos de la mayoría de los países del norte de Europa, los italianos no son muy aficionados a los cereales, ya que sólo el 7% de los entrevistados dijo que no podía desayunar sin ellos. ¿Adivina en cambio qué no puede faltar en una mesa italiana por la mañana? Sí, ¡fácil! Mucho café, que es indispensable para el 62% de los italianos, seguido de la leche, los zumos de frutas y, finalmente, el té.
Frittata italiana para el desayuno
El desayuno italiano es promocionado con bombos y platillos por nutricionistas de todo el mundo, ya que es bajo en grasas responsables de la obesidad y la formación de colesterol (acumulación de lípidos que obstruyen los vasos sanguíneos causando problemas circulatorios y cardíacos).
El desayuno italiano suele estar compuesto por varios alimentos: leche, café, zumo de naranja y yogur en cuanto a las bebidas, mientras que entre los alimentos sólidos hay cereales, biscotes, bocadillos, pan, galletas y fruta fresca.
El desayuno italiano es uno de los pocos en Europa que se compone de alimentos dulces, en contraste con el clásico desayuno «continental», que se caracteriza por alimentos principalmente salados. De hecho, si en Italia el desayuno tradicional consiste en café y capuchino, en el resto de Europa es habitual comer jamón, huevos, pan, leche y un zumo de naranja.
Por supuesto, estos son sólo los desayunos típicos de la zona, que se consumen de vez en cuando, salvo en casos puntuales, mientras que el verdadero desayuno italiano se compone de muchos alimentos diferentes, combinados entre sí según el gusto.
Recetas de desayunos italianos
El desayuno en Italia es una dulce y agradable rutina para despertar el cuerpo y la mente. ¿No te sientes en el cielo cuando abres los ojos por la mañana, la cafetera de la cocina murmura y tu casa huele a café? O tal vez no sea el café, sino el olor de los croissants recién horneados, o de las naranjas recién exprimidas: hay muchas costumbres diferentes en Italia, pero todas pueden definirse como desayuno mediterráneo o desayuno italiano.
También hay amantes de los desayunos salados, que empiezan el día con un desayuno inglés a base de huevos, bacon y tostadas, o personas a las que les encantan los dulces típicos americanos, como las magdalenas y las tortitas. Sin embargo, los desayunos made in Italy son únicos y también pueden convertirse en un remedio para la salud si adoptamos algunas precauciones.
El desayuno italiano es el estímulo adecuado para afrontar el día, sobre todo si nos asegura el 20% de nuestras necesidades energéticas diarias. Por su mezcla de hidratos de carbono, proteínas, vitaminas, azúcares simples y lípidos, garantiza el aporte calórico correcto para recargarnos tras el ayuno nocturno, para reiniciar nuestro metabolismo y para reactivar nuestras neuronas. Permitirnos al menos 15 minutos para desayunar despacio puede ayudar a mantener la saciedad durante un tiempo prolongado, proporcionando la energía adecuada para llegar hasta la hora de la comida sin tener que comer bocadillos poco saludables o tomar bebidas gaseosas.