Sumapaz Páramo Bogotá: La fábrica de agua más grande del mundo
Floristería JM entrega Flores y Regalos a cualquier lugar de Bogotá, Colombia. Entregamos en fechas programadas y ocasiones especiales, dando lo mejor de nosotros para ofrecer la más alta calidad tanto en nuestros productos como en el servicio al cliente.
Seguimos de cerca cada producto, empezando en las manos de nuestros floristas que arreglan sus flores una a una, hasta el último momento en que entregamos su pedido. Queremos asegurarnos de que su regalo dejará huella en su destinatario. Nuestro objetivo es la mejor experiencia para el cliente.
Las casas de Lego de Colombia – earthrise (lead)
Antes de que los españoles conquistaran Colombia, la llanura altoandina de la actual Bogotá era el hogar de la civilización muisca. Como muchas sociedades indígenas complejas, los muiscas crearon un paisaje bien cuidado que garantizaba la abundancia de alimentos. Humedales, campos de cultivo y cotos de caza -todos ellos alimentados por acueductos que hacían gala de una avanzada ingeniería hidráulica- se extendían por la meseta.
Jardineros locales como doña Elena Villamil están creando una red de rutas agroecológicas por Bogotá. La huerta de Villamil en el barrio de La Preservancia es una de las seis huertas de la ruta del centro de la ciudad. Foto de Ocean Malandra.
Los invasores europeos acabaron con este modo de vida, arrancando incluso los bosques de nogales que los muiscas consideraban sagrados y de los que dependían para subsistir. Pero cinco siglos después, un nuevo proyecto urbano pretende recuperar las tradiciones de cultivo de alimentos de Bogotá, mejorando la seguridad alimentaria, aumentando la resiliencia climática y fortaleciendo a las comunidades locales en el proceso.
«Estamos fortaleciendo las huertas urbanas, tanto en espacios públicos como en espacios privados y comunitarios, y uniéndolos con rutas que funcionarán como corredores comerciales y senderos turísticos para explorar la agricultura urbana en Bogotá», dice Martha Liliana Perdomo, directora del Jardín Botánico de Bogotá, que encabeza el proyecto Bogotá es Mi Huerta. La iniciativa conecta, fortalece y amplía estos oasis de producción local de alimentos en una red de agroecología urbana destinada a transformar la ciudad en una metrópolis sostenible preparada para prosperar en un futuro incierto.
Colombia alberga más de 40.000 especies vegetales.
El Jardín Botánico de Bogotá alberga plantas de los distintos ecosistemas de Colombia, con especial atención a las especies andinas y de páramo. También encontrarás especies emblemáticas de la flora colombiana, como la flor y el árbol nacionales.
El Jardín Botánico de Bogotá José Celestino Mutis, para darle su nombre oficial, fue fundado por el botánico y sacerdote colombiano Dr. Enrique Pérez Arbeláez en 1955. Arbeláez, junto con su ayudante Teresa Arango Bueno, había trabajado largo y tendido para abrir un jardín botánico en Bogotá, sueño que finalmente se hizo realidad cuando la ciudad accedió a prestarles más de 40 acres de terreno para el proyecto.
Arbeláez bautizó el jardín botánico con el nombre del botánico, matemático y sacerdote español José Celestino Mutis. Mutis había dirigido la Real Expedición Botánica a Nueva Granada, una expedición botánica a Sudamérica que duró desde 1783 hasta 1816.
Una vez conseguido el terreno y decidido el nombre, Arbeláez y su ayudante emprendieron largas expediciones por Colombia, recogiendo semillas para el nuevo jardín botánico. Tenían especial interés en la flora andina, interés que se refleja en el jardín botánico actual.
Viaje del agua: Del Páramo colombiano al fregadero de la cocina
Mutis (nacido en 1732 en Cádiz, Andalucía; fallecido en 1808 en Santafé de Bogotá, Colombia), fue un aclamado botánico, lingüista, matemático, astrónomo y sacerdote español que en 1760 fue nombrado médico personal del Virrey del Nuevo Reino de Granada, Pedro Messía de la Cerda. Polímata en el sentido más estricto, los intereses científicos de Mutis eran increíblemente diversos e incluían la historia natural. Tras dos décadas de apelaciones a la Corona, en 1783 fue elegido por el rey Carlos III para dirigir los estudios botánicos y zoológicos, patrocinados por la realeza, de lo que hoy es el país de Colombia. El multivolumen Flora de la Real Expedición del Nuevo Reino de Granada (publicado en 1783-1816; reeditado en 1985 por Cultura Hispánica, y de nuevo como versión abreviada por Villegas/Lunwerg Editores en 1992) fue, en su momento de mayor esplendor, el producto de una colaboración de 35 artistas y coleccionistas cerca del momento de su muerte. Los cientos de láminas en color bellamente ejecutadas de estas publicaciones la convierten en una obra imprescindible para las bibliotecas de los coleccionistas de arte botánico.