Los entrantes vascos
En el norte de España se encuentra la «Ciudad del Diseño» de la UNESCO, llamada Bilbao. Como parte del País Vasco, la ciudad está repleta de cultura, una gastronomía sorprendente y una hermosa arquitectura gótica. La interesante historia de la ciudad es lo que ha hecho que hoy en día sea una mezcla de lo antiguo y lo nuevo, trabajando juntos en perfecta armonía. El Casco Viejo está formado por un entramado de pequeñas calles decoradas con casas de colores, mientras que varias partes de la ciudad albergan obras de arte moderno de grandes artistas.
No hay mejor manera de empezar el día con un nutritivo desayuno. Bilbao, como gran lugar culinario que es, ofrece una gran variedad para elegir. La mejor manera de explorar la tradición gastronómica de este afamado lugar es empezar por lo básico en el Mercado De La Ribera, situado a orillas del río Nervión, en los límites del Casco Viejo. Este mercado es uno de los mayores mercados cubiertos de Europa, con una superficie de 10.000 metros cuadrados y que ofrece diariamente productos frescos a los vecinos y a todo aquel que quiera sentirse como tal. En 1990 La Ribera fue reconocida como el «Mercado Municipal de Abastos más completo» por la organización Guinness World Records.
Guarniciones vascas
Francia es conocida por su alta cocina. Ya conocerá los buenos vinos, las baguettes frescas y los quesos fuertes, que son sólo algunas de las delicias gastronómicas que le esperan en Francia. Ahora me gustaría presentarle algunos de los platos regionales más sabrosos de la cocina del País Vasco, que quizá sean nuevos para usted.
¿Ha visitado alguna vez un campo de pimientos picantes y un secadero? Esta es una de las experiencias únicas que podemos incluir en su itinerario en coche por el País Vasco, si le interesa. El pimiento de espelta de la región no es demasiado picante, pero tiene la suficiente fuerza para saber que está ahí. Es uno de los ingredientes más famosos de la cocina del País Vasco. Originalmente, probablemente procedía de América Latina. Pero tras siglos de cruces con especies locales, es ahora un pimiento completamente único.
El pimiento debe su nombre a la ciudad de Espelette, un precioso pueblecito de los Pirineos. Las filas y filas de pimientos colgados para secar en las casas tradicionales son todo un espectáculo. Y si le interesa saber más sobre la herencia de este alimento vasco tan especial, hay un centro cultural en la ciudad: el Centre d’interprétation du Piment d’Espelette.
Desayuno tradicional vasco
Al llegar al País Vasco no tardará en entender por qué se ha convertido en un destino para epicúreos. Es cierto que la región cuenta con una serie de vistosos templos gastronómicos con estrellas Michelin, pero la verdadera fuerza de Euskadi, como la llaman los lugareños, reside en su exquisita despensa. Si su única experiencia con esta rica cocina es a través de los bares de pintxos donostiarras y de esos brillantes fogones que sacan platos perfectos de nueva cocina, se está perdiendo. Los platos clásicos vascos son reconfortantes y poco exigentes, y muchos de ellos merecen un lugar en su rotación entre semana.
Enclavado entre los Pirineos y el Océano Atlántico, y a caballo entre el norte de España y el sur de Francia, el País Vasco se distingue tanto por su lengua como por su cocina. Pero, independientemente del contexto, la comida vasca es siempre una celebración de los numerosos ingredientes de renombre de la región. En el lado español de la frontera se dan festines con los mariscos más frescos directamente desde el océano: la merluza, el bacalao y el atún se incorporan a las recetas tradicionales a la pimienta, mientras que el marmitako, una sopa rústica y saciante elaborada originalmente por los pescadores locales, es ahora un alimento básico en los hogares vascos y en los clubes de cena llamados sociedades. El lado francés de la frontera cuenta con la producción mundial del afrutado y delicado pimiento de Espelette. Este ingrediente es indispensable en la cocina vasca francesa y, como muchas otras especialidades de la zona, es más fácil de adquirir de lo que se piensa. Encuentre la especia en supermercados bien surtidos (o pídala por Internet), y luego planifique su próximo pequeño bocado en torno a la famosa charcutería de la región.
Libro de cocina vasca
Un baserri (pronunciación vasca: [bas̺eri]; español: caserío vasco; francés: maison basque) es un tipo de caserío tradicional con entramado de madera o de piedra que se encuentra en el País Vasco, en el norte de España y el suroeste de Francia. Los baserris, con sus tejados ligeramente inclinados y sus portales de entrada, son muy característicos de la región y forman una parte vital en las estructuras sociales tradicionales vascas[1]. También se considera que han desempeñado un papel importante en la protección del euskera[2] en periodos de persecución, al proporcionar a la lengua una base de hablantes muy dispersa pero sustancial.
El término baserri deriva de las raíces basa «salvaje» y herri «asentamiento»[3] y denota un caserío no situado en un pueblo o ciudad. Las personas que viven en un baserri se denominan baserritarrak (pronunciación vasca: [bas̺eritarak]), término que contrasta con kaletarrak (pronunciación vasca: [kaletarak]) (gente de la calle), es decir, personas que viven en un pueblo o ciudad.
El término actual baserri en euskera tiene un significado bastante restringido, que denota el edificio y sus ocupantes, especialmente en el dialecto guipuzcoano. Sin embargo, en su origen, designaba el edificio (que todavía se llama en algunos lugares baserri-etxea ‘casa de baserri’), sus moradores y toda la finca. La amplia connotación original del término está relacionada con la ambigüedad inherente a la palabra vasca herri, que puede traducirse como «tierra», «casa», «pueblo» o «asentamiento», según el contexto.